Oh dios, tenía una tristeza espantosa,
aquella mujer estaba allí sentada
y me dijo ¿es usted realmente CharlesBukowski?
y yo le dije
dejemos eso no me encuentro bien
tengo una tremenda tristezay lo único que quiero esecharte un polvo
ella se rió
creía que me las estaba dando de listo
y yo no miraba más que a sus piernas largas delgadas celestiales
veía su hígado y sus entrañas temblando
veía a Cristo allí dentrobailando un folk-rock.
todas mis carencias interioresse sublevaron
y fui hacia ellay la tumbé en el sofá
y le levanté el vestido hasta el cuello
y me importó un pito si era una violación o el fin del mundo.
volver a estarahíen un sitioreal
sí, sus bragas estaban en elsuelo.
y mi polla entró,
mi polla entró
oh Dios, mi polla entró
yo era CharlesAlguien.